Hoy estarás conmigo en el paraíso

Hace más o menos dos años, un amigo mío a quien aprecio grandemente me trajo de Roma un Rosario que terminaba con una plaquita en lugar de la tradicional cruz, en esa plaquita se representa la escena de esta segunda palabra, desde entonces esta escena me ha atrapado.

La cruz es el lugar donde se realiza plenamente la salvación del Ser humano, y por Cristo se abren a todos las puertas del paraíso, nunca es tarde para alcanzar la misericordia, basta con tener el deseo de dar el primer paso, dice el Papa Francisco en su libro, "El nombre de Dios es misericordia": "La medicina existe, la cura existe, siempre y cuando demos un pequeño paso hacia Dios o cuando tengamos al menos el deseo de darlo"

El buen ladrón conoció esta verdad en su propia vida, porque a Dios no le importa mucho lo que hayamos hecho hasta ahora, lo que si le importa es hacia donde dirigimos nuestros pasos, pues si el ser humano anhela el abrazo con su Señor, Dios también anhela el abrazo con su criatura, por eso si el buen ladrón le pidió Jesús que le recordase, Cristo viendo en el fondo la bondad de la criatura que se vuelve hacia Él, le dice "Hoy estarás conmigo en el Paraiso". 

Nunca es tarde para volver a Dios, volvamonos a Él y disfrutemos de su misericordia, porque el hoy pronunciado por Cristo en la Cruz es un hoy que se renueva constantemente en la sucesión de "hoy" de nuestros días.