Nuestra Buena Madrecita

Hoy es domingo, el día del Señor, día de fiesta -porque Él nos ha salvado con su resurrección- Hoy es también un día grande para nosotros, por primera vez nuestra Buena Madrecita salió por las calles a caminar con sus hijos e hijas en peregrinación. Verdaderamente Ella es nuestra Buena Madre a la que le gusta andar entre sus hijos porque ella camina con su pueblo. 

Su presencia maternal es un signo de la ternura compasiva de Jesús, quien ama de tal manera a su Madre Buena que jamás ha negado ninguna cosa que ella pidiera a su divina Majestad, por eso es tan buena abogada para sus hijos. 

Ciertamente ella esta dispuesta a socorrer prontamente a quien recurre a ella, y digo más, aun si un hijo suyo en necesidad no recurriese a ella, nuestra Buena Madre le socorrerá porque su amor por nosotros en infinito, como la tierna Madre que es. 

¡Cuan admirado estoy de ver tus favores, con los que continuamente nos socorres! solo debemos pronunciar tu nombre y nos ayudarás tan providente como siempre. 

Continua Madre, extendiendo sobre nosotros tu manto y ponnos junto a Jesús, tu hijo y nuestro hermano.