Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
unhermanomas.over-blog.com

un espacio para compartir cuanto reflexiono y oro, lo que he vivido y como lo he vivido desde mi experiencia de fe

Martes Santo- Semana Santa

Si somos hermanos, lo somos porque Jesús nos ha liberado del dominio de la muerte y nos hizo participar del Reino de su luz admirable” Emmanuel Barrientos.


En esta Semana Santa o Semana Mayor, además de ir a los eventos parroquiales, hacer misiones o prepararnos para vivir la muerte y resurrección de Jesús, rey de reyes; debemos también preocuparnos por dar gracias, gracias por su vida ofrecida como regalo de amor, gracias porque la sangre de Jesús se derramó y nos hizo hermanos; gracias porque el amor de los amores nos enseña con su sangre lo que es coherencia, lo que es justicia… Gracias padre santo, porque debido a la muerte y resurrección de tu hijo, nos enseñas que siempre hay esperanza, aunque el camino sea difícil… Aunque la santidad nos cueste. 
Aprovechemos la semana santa no sólo para agradecer, sino también para pedir perdón. Pedir perdón por el mal que cometemos, consciente o inconscientemente. Ese mismo mal que invadió a Judas Iscariote, quien más que traidor, fue un hombre incapaz de arrepentirse; un hombre sin la capacidad de pedir perdón a su maestro por la injuria cometida. En nuestra humanidad es posible que cometamos errores, que fallemos, que ofendamos. Es posible que nuestras palabras, pensamientos o actos, causen profundas heridas a quienes nos aman, y a nosotros mismos.


Si esa humanidad manchada con el pecado, aún hace parte de nuestra vida, aprovechemos esta semana, la semana mayor, para pedir perdón; para reconocer nuestros errores, para tratar de enmendar el mal que hemos hecho. Reconozcamos nuestro pecado, no sólo ante el mundo, sino también ante Dios, quién es el único que puede hacer todas las cosas nuevas. Acerquémonos de nuevo al sacramento de la reconciliación, y vivamos esta semana, santa, como debe ser... Volvamos a comenzar. 


“La santidad no consiste en no equivocarse o no pecar nunca. La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disponibilidad para volver a comenzar, y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón”. Benedicto XVI 

 

Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post