Sobre los desechos que producimos…

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 A propósito pensaba en el LAUDATO SI,  cuando pasé en frente de un minisúper. Ahí vi a un hombre de tal vez unos cuarenta y tantos años con una bolsita de un producto de las que valen unos cien colones, la tenía en la mano y estaba consumiendo su contenido. Su mirada perdida en la nada, ausente de cualquier reflexión de lo podrían significar sus actos, parecía incluso ignorar el hecho de que puede tomar decisiones.  Y me pregunté ¿Por qué la gente hace lo que hace?  ¿De dónde toma sus criterios?

 Alejado un poco del factor humano en la imagen, traté de reflexionar brevemente en el producto:

Hecho 1. Lo hace evidentemente atractivo el precio tan barato, incluso tan bajo es que por sí solo las personas quieran comprarlo aunque no tengan deseos reales de consumirlo.

Hecho 2. Salta a la escena una presentación colorida con una intención directa de capturar el ojo de los posibles compradores, un gol al subconsciente y si le juntamos el precio tan atractivo que mencionamos en el punto número uno, queridos hermanos, ya vamos dos a cero con el marcador en contra.

Los siguientes hechos son ahora sobre la producción de dicho paquetito:

Hecho 3. Por cien colones estamos consumiendo productos, en muchos casos, con químicos  que han demostrado ser nocivos para el sistema digestivo, dicho en otras palabras, estamos pagando por veneno.

Hecho 4. Ese empaque plástico en que viene el producto solo nos es útil unos minutos, luego de eso  se convierte en basura que tarda muchos años en desintegrarse. Es decir, por nuestra irresponsabilidad, por nuestro ego, por el hecho de ponernos primero que al planeta, estamos causando un daño grave.

Hecho 5. En este hecho podría juntar varios para no hacer el cuentito del señor en el minisúper muy largo. Pensemos en los contaminantes que lanzan a la atmosfera los camiones repartidores de ese producto. La contaminación que causan las fábricas al producir los empaques y todos los ángulos negativos que conlleva en simple hecho de tener ese producto en nuestras manos.  

Hecho 6. Solo mencioné un tipo específico. Ampliemos la imagen hacia productos embotellados en plástico y enlatados. Cada uno genera residuos que contaminan de manera muy particular.

¿Pero y entonces qué hacemos?

Es muy sencillo. Las empresas grandes siempre se escudan cobardemente en los empleados, argumentando que les dan de comer a muchas familias. Si usted deja de consumir estos productos tan nocivos de los que he estado comentando no tiene que sentirse culpable, las empresas grandes no van a desaparecer, pues son demasiado avariciosas. Se verían más bien obligadas a diversificar y vender productos sanos y amigables con la madre tierra.

Queridos hermanos, por salud, por respeto a ese regalo de Dios que es nuestro cuerpo, es sano consumir alimentos de calidad, debemos estar presentes y tomar las riendas de nuestra vida, no dejar que otros decidan por nosotros, identificar todos los trucos publicitarios para no dejarnos manipular por ellos.

Hagámoslo por el planeta. No es un secreto que hay una isla de plástico del tamaño de México flotando en el mar. Adquiriendo hábitos de consumo más saludables no solamente le damos un mantenimiento adecuado al cuerpo y producimos menos desechos, cambiando nuestras costumbres alimenticias hacemos que el mundo entero vaya en otra dirección.